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"Hola hijo, dirás: lo que faltaba, mi madre con msn. Hoy tengo el día triste, quizás sea porque el tiempo es gris y lluvioso y hace que mis pensamientos broten desde la tristeza. Lo cierto es que hoy te echo más de menos. Contigo se me fue la ilusión, la alegría y muchas cosas más, en mi corazón solo queda la esperanza de que seas feliz y que te cuiden y te mimen como tu te mereces, porque personas tan maravillosas como tú quedan muy pocas.
Sé que me equivoqué a veces, seguro que sí, pero me queda una recompensa infinitamente mayor de lo que yo podía imaginar jamás: vosotros. Y en mi mente la gratificación de ver lo maravillosos que sois los dos.
Ahora tú vuelas sin el abrigo de tu madre y la verdad es que eso me da mucho miedo a veces porque soy más débil de lo que pensaba. Has conseguido darme una lección. Mis miedos se van esfumando poco a poco porque noto tu fuerza y sabes que llegarás a lo que tú quieras porque eres más fuerte de lo que yo hubiera podido imaginar. Te caerás pero con mayor fuerza te levantarás.
Solo me queda decirte lo que te digo siempre: Te quiero hijo. Te quiero por lo que eres, por como eres y por lo que soy yo cuando estoy y te siento conmigo, que es todos los días.
Un beso de tu madre que admira, te respeta y te quiere muchisimo.
Nuria."

Es tanto lo que me gustaría escribirte mamá...
Sé que leerás esto, así que aprovecho este medio para darte las gracias. Primero por darme la vida, segundo por guiarla y tercero por ayudarme a conservarla tan bien como se puede. Según los mapas, cientocincuenta kilómetros nos separan. A mí se me hace una distancia mucho más larga.
Sé que te gustaría convertirme en un bebé de nuevo, meterme en tu vientre y sentirme dentro de él, conectado a ti a través de mi ombligo saltón! jajaja Pero tienes que pensar que eso es imposible mamá, y que yo ya no soy un niño, mi obligación es crecer y agradecerte todas tus enseñanzas, que son muchas.
Me has enseñado a compartir. Me has enseñado valores como el perdón, la serenidad y sobretodo la paciencia, esa que tanto me falta a veces. Me has enseñado a aceptar a los demás sin observar sus defectos, ahora solamente miro las cualidades de los que me rodean y me siento feliz por ello. La gente solo se detiene a ver las cosas malas de los demás, disfrutan malmetiendo y criticando sin darse cuenta que las cosas buenas siempre ganan la batalla.
Has esculpido mi vida con un montón de buenas intenciones, de sueños y de planes de futuro. Me has enseñado lo hermoso que puede ser el mundo, y mi lugar en él.
Ahora solo me queda darte las gracias e intentar hacerte feliz en la medida de lo posible, yo ya lo soy sólo con saber que te sientes orgullosa de mí.
Yo ya soy feliz mamá, ahora sélo tú, que ya toca.